domingo, junio 29, 2014

Dos ideas, dos poemas



EN EL PRINCIPIO
Si he perdido la vida, el tiempo, todo
lo que tiré, como un anillo, al agua,
si he perdido la voz en la maleza,
me queda la palabra.
Si he sufrido la sed, el hambre, todo
lo que era mío y resultó ser nada,
si he segado las sombras en silencio,
me queda la palabra.
Si abrí los labios para ver el rostro
puro y terrible de mi patria,
si abrí los labios hasta desgarrármelos,
me queda la palabra
.

Blas de Otero

NOCTURNO

Cuando tanto se sufre sin sueño y por la sangre 
se escucha que transita solamente la rabia, 
que en los tuétanos tiembla despabilado el odio 
y en las médulas arde continua la venganza, 
las palabras entonces no sirven: son palabras. 

Balas. Balas. 

Manifiestos, artículos, comentarios, discursos, 
humaredas perdidas, neblinas estampadas. 
¡qué dolor de papeles que ha de barrer el viento, 
qué tristeza de tinta que ha de borrar el agua! 

Balas. Balas. 

Ahora sufro lo pobre, lo mezquino, lo triste, 
lo desgraciado y muerto que tiene una garganta 
cuando desde el abismo de su idioma quisiera 
gritar lo que no puede por imposible, y calla. 

Balas. Balas. 

Siento esta noche heridas de muerte las palabras

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